Juan Llauder y Teresa Ubeiraejn 1973 abrieron por primera vez este centro, que cuenta con alumnos de síndrome de Down, de asperger, autismo y superdotados junto con niños sin estas necesidades, que se relacionan todos los días en clase. Es un claro ejemplo de atención a la diversidad. Este centro aprovecha las características y habilidades de cada grupo, de tal manera que se relacionan entre sí todos juntos y en armonía, sin ningún tipo de problema. Este hecho permite adquirir a sus alumnos/as unas competencias sociales muy altas, al relacionarse de forma continuada con compañeros que son diferentes a uno mismo.
Todos los días siguen la misma dinámica, al comenzar la jornada se reúnen en asamblea para decidir sobre que trabajar ese día. Finalizado el día, se vuelven a reunir para opinar y reflexionar sobre las actividades llevadas a cabo.
Esto es posible porque cada profesor cuenta con un número de alumnos muy asequible para que sea tan personalizado. En el resto de centros educativos no se podría hacer, ya que son muchos más alumnos. Aunque no por ello, considero que sea fácil llevar 45 años consiguiendo que todos se sientan tan bien.
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